“Después de la subida de los nazis al poder, los niños judíos fueron víctimas de la legislación antisemita, primero en Alemania y, con el tiempo, en todos los países conquistados por los nazis o vinculados con ellos por alianzas. Los niños judíos fueron separados de sus compañeros de juego no judíos y expulsados de las escuelas estatales; vieron cómo sus padres perdían el derecho a mantener a sus familias, y presenciaron en muchos casos la caída de la unidad familiar en un abismo de desesperación.
Ante el deterioro de la situación, los padres buscaron refugios seguros para sus hijos. Unos 10.000 niños judíos consiguieron escapar a Gran Bretaña desde Alemania, Austria, Checoslovaquia y Polonia a través de iniciativas de rescate llevadas a cabo entre 1938 y
1940, conocidas como Kindertransport, que significa “Transporte de niños”. El Gobierno británico había decidido autorizar a los niños refugiados no acompañados a entrar en el país con visados de viaje temporales, si un ciudadano u organización se comprometía a pagar los gastos de atención de cada niño y su eventual emigración.
El sufrimiento de los niños judíos aumentó cuando estalló la Segunda Guerra Mundial y se intensificó la legislación antisemita. Muchos se vieron obligados a permanecer recluidos en guetos, separados del mundo. El hambre y la enfermedad eran una presencia constante en los guetos, donde perecieron muchos niños. Para luchar por su vida y la de sus familias, algunos niños se dedicaron al contrabando para hacer llegar los alimentos hasta los guetos.
Con ello pusieron en riesgo su vida pero se convirtieron en un elemento fundamental para la supervivencia de sus familias. Algunos niños fueron transportados en secreto hasta un lugar seguro o fueron educados clandestinamente por personas no judías, pero su número fue relativamente pequeño. Debido al hundimiento de la estructura judía tradicional de liderazgo, los movimientos juveniles judíos desempeñaron un papel significativo dentro de la comunidad. Esos movimientos organizaron actividades educativas y culturales clandestinas en el gueto y algunas veces en los campos de concentración, además de movimientos de resistencia armada. Uno de los actos de resistencia más famosos fue el levantamiento en el gueto de Varsovia, dirigido y realizado por jóvenes” (ONU, 2012).
Fuente: Tomado textualmente del documento: “El último vuelo de Petr Ginz” – Guía de Estudio. El Holocausto y las Naciones Unidas. Programa de divulgación. ONU, Enero de 2012.