“Reflexionando sobre “LA VERDADERA HISTORIA DE MAX” Lic. Ana Mosca ”


Es un libro-álbum en el que dialogan un testimonio verbal que opera como hilo conductor (Max) con una narración gráfica. Se ofrece como un medidor para comprender la complejidad de un pasado deshumanizante.

Palabra e imagen se potencian mutuamente, los dibujos hablan pretendiendo trasmitir el sufrimiento acumulado ocasionado por experiencias traumáticas.

A la vez es una historia que trasciende al tiempo en la medida que va desplegado las atrocidades que se cometieron y se justificaron en nombre de una convicción ideológica.

A lo largo de la obra se va visibilizando una pulseada dramática entre la voluntad de exterminio y la capacidad de resistir con resiliencia, valentía y esperanza.

Frente al propósito de instalar la barbarie frente a las condiciones subhumanas de vida, se destacan haces de luz.

En un doble juego va describiendo la lucha por la sobrevivencia, el intento desesperado por preservar la dignidad y los gestos solidarios, la compasión frente al otro, el momento lúdico, el intercambio fecundo y la memoria de lo vivido antes del horror.

El mantener la esperanza como bandera.

El libro fue construido con un posicionamiento didáctico que busca construir memoria a la vez que acceder a la simbolización.

Los gráficos ofrecidos convocan un trabajo de figurabilidad confiriendo vida representacional a lo narrado.

Se pone así en marcha, una sinergia dinamizante entre palabra e imagen.

El psicoanálisis contemporáneo sostiene que el trabajo que favorece la figurabilidad es un recurso técnico recomendable porque despliegue la ligadura representacional.

La figura agrega contundencia a la palabra. Es muy recomendable un trabajo grupal con las imágenes. Se despliega una cadena asociativa grupal que amplifica la multiplicidad de significados, se amplifican perspectivas.

En el interjuego imagen-palabra se habilitan grávidos procesos de construcción simbólica.  Camino de ida y vuelta desde el figurar al representar, al imaginar, al fantasear.

Así se favorece un recorrido desde la imagen hacia el pensar.

La posibilidad de representación naciente tiene la impronta de una representación visual. El trabajo de figurabilidad ofrece, entonces una figura adecuada capaz de volver inteligible el testimonio verbal.

La ensambladura imagen-palabra aparece en este libro álbum como un instrumento privilegiado.

Este abrochamiento condenso fenómenos de naturaleza cognitiva y emocional.

El trabajo psíquico que se va desplegando en lo interpersonal y en lo intrapsíquico tiene indudables efectos transformacionales.

Es un ensamblaje que sabemos produce efectos mediatos, potencia la vida representacional, la simbolización en ciernes.